La formación de la mentalidad sumisa
¿Qué tipo de dominante es usted?
ResumenEste artículo presenta una investigación fenomenológica sobre la experiencia de participar en una práctica sexual conocida como «juego de cachorros», en la que los participantes juegan a ser cachorros o cuidadores (los que cuidan o poseen cachorros), a menudo dentro de un contexto sexual de dominación/sumisión. Sólo se ha realizado un estudio previo sobre este fenómeno, y el presente estudio pretendía aportar nuevos conocimientos sobre el significado de esta práctica para los participantes. Se realizó un análisis cualitativo de los datos derivados de 68 descripciones de experiencias individuales y 25 entrevistas semiestructuradas con cachorros y adiestradores. Mediante el uso de una metodología fenomenológica centrada en la experiencia, identificamos los componentes clave que componen este fenómeno y ayudan a dar sentido al deseo de participar de las personas. Los cinco temas incluyen: (1) el placer sexual; (2) la relajación, la terapia y la huida de uno mismo; (3) el juego de los adultos y la fisicalidad vibrante; (4) la ampliación y la expresión de la identidad; y (5) las relaciones y la comunidad. Discutimos esta práctica/identidad en el contexto del disfrute del elemento sexual dominante/sumiso, los beneficios percibidos de una forma de juego adulto consciente, la oportunidad de explorar aspectos de la mismidad, y el valor de las relaciones y la pertenencia a la comunidad.
Comportamiento de dominación
ResumenAunque los investigadores han examinado durante mucho tiempo los patrones de citas y selección de pareja entre los adultos jóvenes, la gran mayoría ha utilizado muestras occidentales. Con el fin de profundizar en la comprensión de la naturaleza cambiante de los comportamientos y actitudes en las citas, este estudio examina una muestra de jóvenes adultos chinos y se centra en las diferencias de género que existen en ella. Utilizando una base de la teoría del intercambio social, los análisis ilustran las diferencias entre las actitudes y expectativas de las mujeres y los hombres chinos en materia de citas. Según las expectativas tradicionales, ambos sexos dan poca prioridad a los comportamientos sexuales, aunque también se observan actitudes y comportamientos más progresistas. Las mujeres, en particular, parecen centrarse más en las cualidades pragmáticas de los posibles compañeros. Se discute la influencia de los valores individualistas y las cambiantes normas culturales relativas a las citas y los roles familiares.
La Tabla 2 presenta los niveles medios de las características familiares e individuales entre los jóvenes adultos chinos, por sexo. Como se muestra, los padres de los jóvenes, tanto mujeres como hombres, tenían un nivel de estudios relativamente alto, y el padre típico tenía al menos algunos estudios universitarios. Entre las mujeres, aproximadamente el 83% declaró que su madre trabajaba fuera del hogar, mientras que la tasa de empleo correspondiente entre las madres de los hombres era del 77%. Tanto las mujeres como los hombres jóvenes declararon que sus padres tenían una calidad marital relativamente alta. Suponiendo que estas respuestas sean fiables, esto sugeriría que la mayoría de los jóvenes adultos chinos han tenido modelos positivos en lo que respecta a las funciones y relaciones conyugales. El inglés sólo se hablaba en un pequeño porcentaje de hogares (13 % de las familias de mujeres y 14 % de las de hombres). La influencia familiar parece ser ligeramente menos influyente entre los jóvenes varones, ya que son muchos más los que declaran estar dispuestos a salir con alguien sin la aprobación de sus padres, en comparación con las mujeres. Este hallazgo es algo intrigante, ya que, dada la naturaleza patriarcal de la cultura china, cabría esperar que los padres fueran más cautelosos y se implicaran más en los comportamientos de las citas de sus hijos, en comparación con los de las hijas.Tabla 2 Niveles medios de características familiares e individuales entre los jóvenes adultos chinos, por sexoTabla de tamaño completo
Personalidad dominante del disco
Una personalidad sumisa es alguien que se somete voluntariamente a la autoridad de otra persona. Tiene una mentalidad orientada al servicio y encuentra la paz en recibir instrucciones de aquellos a los que admira. Esto puede ocurrir en casa, en el trabajo, con los amigos o en las relaciones comunitarias.
Las relaciones de sumisión sanas son conscientes y consensuadas; una de las partes ha aceptado tener más poder de un tipo u otro, sobre todo en la toma de decisiones. La otra parte ha accedido a seguir adelante.
Es importante señalar que la sumisión no tiene nada que ver con la igualdad. En una relación sana en la que una persona está al mando, la persona sumisa no siente ninguna amenaza a su valor o a su posición de igualdad, siempre que los papeles que cada uno desempeñe sean consensuados.
Aunque pueda parecer que las personalidades sumisas se limitan a seguir la corriente y no tienen mucho pensamiento propio, es todo lo contrario. Las personas sumisas suelen tener algunos rasgos de personalidad sorprendentes.
Tienen un profundo sentido de la autoconciencia; saben quiénes son y lo que pueden ofrecer. Pueden tardar años de su vida en saber finalmente quiénes son, y muchas personas nunca lo hacen. Los sumisos están seguros de quiénes son y de lo que les hace felices.
5 señales clave de dominio
Stephanie CoontzPeta Henderson13 de octubre de 2017 comentarios «Explicaciones» de la dominación masculinaPara explicar los orígenes de la subordinación femenina necesitamos una teoría que dé cuenta del control del trabajo de las mujeres por parte de los hombres.
Píxide de tierra blanca con un grupo de mujeres realizando tareas domésticas. Realizada en el Ática, c. 460-450 a.C. vía British Museum.Publicado en 1986, Women’s Work, Men’s Property: The Origins of Gender and Class, editado por Stephanie Coontz y Peta Henderson, comprende cinco ensayos de un grupo de historiadoras y antropólogas feministas francesas y estadounidenses, en busca de las bases sociohistóricas de la desigualdad de género. La introducción de las editoras, que se reproduce a continuación, pasa revista a los esfuerzos anteriores -antropológicos, sociobiológicos, psicológicos e históricos- para exhumar el origen de la dominación masculina antes de exponer las conclusiones de su propio estudio.
La dominación masculina es una de las primeras formas de desigualdad conocidas y más extendidas en la historia de la humanidad. Para algunos, la sola idea de un libro sobre los orígenes de la desigualdad sexual es absurda. La dominación masculina les parece una relación universal, si no inevitable, que ha estado con nosotros desde los albores de nuestra especie. Sin embargo, cada vez hay más pruebas y teorías que sugieren que no es así, y varios estudiosos han empezado a abordar la cuestión de la dominación masculina como un fenómeno histórico, basado en un conjunto de circunstancias específicas más que derivado de algún aspecto universal de la naturaleza humana o de la cultura. Los ensayos de este volumen ofrecen diferentes perspectivas sobre el desarrollo de la diferenciación de los roles sexuales y la desigualdad sexual (ambos no son en absoluto idénticos), pero comparten la creencia de que estos fenómenos tuvieron orígenes, y que éstos deben buscarse en los acontecimientos y procesos sociohistóricos. Antes de pasar a estas teorías, nos gustaría revisar críticamente algunas de las explicaciones alternativas de la desigualdad sexual.