Formacion y maduracion de los espermatozoides
Produce la mayor parte del líquido seminal
La espermiogénesis es la última fase de la formación de los espermatozoides (las células sexuales masculinas que llevan el material genético del hombre). Durante esta fase de maduración, las células espermáticas ven aumentar el tamaño de la cola y disminuir la cabeza del espermatozoide.
Los espermatozoides maduros son liberados a través de los túbulos seminíferos, que son unos pequeños conductos situados en el interior de los testículos, encargados de producir los espermatozoides y la hormona testosterona. La duración aproximada de este proceso es de dos meses y medio.
Tanto la espermiogénesis como la espermatogénesis son dos etapas durante la formación de los espermatozoides. La principal diferencia es que la espermatogénesis es la formación de los espermatozoides, mientras que la espermiogénesis es la maduración de las espermátidas en espermatozoides.
La espermatogénesis es el proceso completo de producción de los espermatozoides a partir de las células del epitelio germinal de los varones. La espermiogénesis es el proceso final de diferenciación y maduración de las espermátidas en espermatozoides.
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Producción de esperma
ResumenLos espermatozoides sufren un proceso de maduración y adquieren motilidad y fertilidad a medida que migran desde el extremo proximal al distal del largo túbulo contorneado conocido como epidídimo. Las regiones del epidídimo se subdividen en segmentos discretos definidos estructural y funcionalmente por tabiques de tejido conectivo. Cada segmento constituye un microambiente único que, en conjunto, permite que se produzca la maduración. Este capítulo se centra en cómo se crean estos microambientes distintos, incluyendo la implicación de la expresión específica del segmento de las proteínas secretoras y las proteínas celulares que permiten que cada segmento responda de forma única a los estímulos externos y los nuevos mecanismos que el epidídimo utiliza para entregar y eliminar las proteínas del lumen epididimario.Palabras clave
En: Carrell, D.T. (eds) The Genetics of Male Infertility. Humana Press. https://doi.org/10.1007/978-1-59745-176-5_13Download citationShare this chapterAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
Función del epidídimo y maduración del esperma
El proceso de maduración postesticular de los espermatozoides depende del microambiente intraluminal altamente especializado del epidídimo, posiblemente uno de los entornos más complejos producidos por cualquier glándula endocrina. En consecuencia, la ablación selectiva de los genes que conducen a la desregulación del microambiente epididimal suele dar lugar a fenotipos de infertilidad/subfertilidad masculina (Tabla 1). El origen de estos fluidos se encuentra en el epitelio pseudoestratificado que recubre el conducto. Este epitelio comprende varios tipos de células diferentes (Figura 1C), incluyendo poblaciones de células principales, claras, estrechas, apicales, basales, de halo e inmunológicas (macrófagos y dendríticas), cuya abundancia varía considerablemente entre los distintos segmentos epididimarios (10). Estudios funcionales detallados han confirmado las diferencias espaciales en el perfil de cada tipo de célula y han revelado que, bajo el control preciso de los andrógenos y otros factores de origen testicular, cada una de ellas contribuye de forma única a la maduración, protección y almacenamiento de los espermatozoides (10).
La maduración de los espermatozoides se denomina
La espermatogénesis es el proceso por el que los espermatozoides haploides se desarrollan a partir de las células germinales de los túbulos seminíferos del testículo. Este proceso se inicia con la división mitótica de las células madre situadas cerca de la membrana basal de los túbulos[1] Estas células se denominan células madre espermatogonias. La división mitótica de éstas produce dos tipos de células. Las células de tipo A reponen las células madre, y las de tipo B se diferencian en espermatocitos primarios. El espermatocito primario se divide meióticamente (Meiosis I) en dos espermatocitos secundarios; cada espermatocito secundario se divide en dos espermátidas haploides iguales por Meiosis II. Las espermátidas se transforman en espermatozoides mediante el proceso de espermiogénesis. Éstos se convierten en espermatozoides maduros, también conocidos como células espermáticas[2]. Así, el espermatocito primario da lugar a dos células, los espermatocitos secundarios, y los dos espermatocitos secundarios por su subdivisión producen cuatro espermatozoides y cuatro células haploides[3].
Los espermatozoides son los gametos masculinos maduros en muchos organismos que se reproducen sexualmente. Así, la espermatogénesis es la versión masculina de la gametogénesis, cuyo equivalente femenino es la oogénesis. En los mamíferos se produce en los túbulos seminíferos de los testículos masculinos de forma escalonada. La espermatogénesis depende en gran medida de las condiciones óptimas para que el proceso se produzca correctamente, y es esencial para la reproducción sexual. La metilación del ADN y la modificación de las histonas se han implicado en la regulación de este proceso[4]. Comienza en la pubertad y suele continuar ininterrumpidamente hasta la muerte, aunque puede apreciarse una ligera disminución de la cantidad de espermatozoides producidos con el aumento de la edad (véase Infertilidad masculina).