Formación de la reacción
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En psicología, la formación de reacciones es un mecanismo de defensa en el que una persona sustituye inconscientemente un impulso no deseado o que le provoca ansiedad por su opuesto, a menudo expresado de forma exagerada o llamativa.
Un ejemplo clásico es el de un chico que acosa a una chica porque, a nivel subconsciente, se siente atraído por ella. Conscientemente, no puede enfrentarse a la realidad de sus sentimientos románticos, por lo que expresa desagrado hacia ella en lugar de aprecio.
El concepto de mecanismos de defensa fue propuesto inicialmente a finales de 1800 por Sigmund Freud como parte de su teoría psicoanalítica. Si bien Freud inició la discusión sobre los mecanismos de defensa, su hija Anna Freud avanzó aún más la idea al proponer 10 importantes mecanismos de defensa en su libro seminal, El ego y los mecanismos de defensa, publicado en 1936. Uno de esos 10 mecanismos de defensa era la formación de reacciones.
Mecanismos de defensa
Método para formar una imagen de sublimación de tinta en un sustrato, particularmente un sustrato de plástico, y aparato para realizar el método. De acuerdo con el método enseñado por la presente invención, un sustrato se dispone en una platina perforada y un portador de tinte que tiene una imagen formada en ella de una tinta de sublimación de tinte se dispone en el sustrato de tal manera que la imagen está en contacto con el sustrato. El sustrato, el soporte de tinte y al menos una parte de la platina perforada se cubren con una membrana flexible. A continuación, se aplica una presión de sujeción al sustrato y al soporte de tinte a través de la membrana. Una vez que se alcanza la presión de sujeción, el sustrato y el portador de tinte se calientan primero y luego se enfrían.
La invención divulgada en este documento enseña además una serie de aparatos novedosos para llevar a cabo el método, lo que resulta en una formación de imágenes por sublimación de tinte significativamente superior a la que se podía obtener hasta ahora en láminas de plástico rígidas.
La invención presente relaciona a la formación de imágenes dentro de hojas sólidas de plástico. Más particularmente, la presente invención se relaciona con una metodología para formar imágenes de sublimación de tinta, o transferencia de tinta, dentro de hojas sólidas de plástico y con un aparato para realizar la metodología.
Psicología de la sublimación
En la teoría psicoanalítica, la formación de la reacción (en alemán: Reaktionsbildung) es un mecanismo de defensa en el que las emociones e impulsos que producen ansiedad o se perciben como inaceptables se dominan mediante la exageración de la tendencia directamente opuesta[1][2].
«[l]os instintos y sus derivados pueden organizarse como pares de opuestos: vida frente a muerte, construcción frente a destrucción, acción frente a pasividad, dominio frente a sumisión, etc. Cuando uno de los instintos produce ansiedad ejerciendo presión sobre el ego, ya sea directamente o a través del superego, el ego puede tratar de desviar el impulso ofensivo concentrándose en su opuesto. Por ejemplo, si los sentimientos de odio hacia otra persona producen ansiedad, el ego puede facilitar el flujo de amor para ocultar la hostilidad»[3].
Cuando se produce una formación de reacción, se suele suponer que el impulso original rechazado no se desvanece, sino que persiste, inconsciente, en su forma infantil original[2] Así, cuando se experimenta el amor como formación de reacción contra el odio, no podemos decir que el amor sustituya al odio, porque los sentimientos agresivos originales siguen existiendo bajo el exterior afectuoso que simplemente enmascara el odio para ocultarlo a la conciencia[3].
Mecanismos de afrontamiento del cerebro
El calor molar (o entalpía) de sublimación es la cantidad de energía que debe añadirse a un mol de sólido a presión constante para convertirlo directamente en gas (sin pasar por la fase líquida). La sublimación requiere que se rompan todas las fuerzas entre las moléculas (u otras especies, como los iones) del sólido al convertirlo en gas. El calor de sublimación se expresa generalmente como \ (\Delta H_{sub}\) en unidades de julios por mol o kilogramo de sustancia.
La sublimación es el proceso de transformación de un sólido en gas sin pasar por la fase líquida. Para sublimar una sustancia, es necesario transferir una determinada energía a la sustancia mediante calor (q) o trabajo (w). La energía necesaria para sublimar una sustancia es particular a la identidad y la temperatura de la sustancia y debe ser suficiente para hacer todo lo siguiente:
Aunque el proceso de sublimación no implica que un sólido evolucione a través de la fase líquida, el hecho de que la entalpía sea una función de estado nos permite construir un «ciclo termodinámico» y sumar las distintas energías asociadas a las fases sólida, líquida y gaseosa (por ejemplo, la Ley de Hess).