Formacion reactiva mecanismo de defensa
Formación de reacciones ap psychology
Entre los mecanismos de defensa, la formación de reacción se presenta como el más estable, impregnando toda la estructura de la personalidad. El origen de la energía defensiva se explora en el contexto de la teoría pulsional, en paralelo al desarrollo del superego y los procesos de autonomía funcional de otros derivados pulsionales. La dinámica del equilibrio entre el afecto y la conducta se analiza con referencia a la función adaptativa de la compulsión. Se muestra que la formación de reacción se relaciona estrechamente con la represión en su capacidad de negación pulsional integral. Se subraya la centralidad de la formación de reacción dentro de la constelación de la caracterología anal. Se discuten las implicaciones de la defensa para la investigación empírica y clínica en psicoanálisis.
Mecanismo de defensa de la negación
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En psicología, la formación de reacciones es un mecanismo de defensa en el que una persona sustituye inconscientemente un impulso no deseado o que le provoca ansiedad por su opuesto, a menudo expresado de forma exagerada o llamativa.
Un ejemplo clásico es el de un chico que acosa a una chica porque, a nivel subconsciente, se siente atraído por ella. Conscientemente, no puede enfrentarse a la realidad de sus sentimientos románticos, por lo que expresa desagrado hacia ella en lugar de aprecio.
El concepto de mecanismos de defensa fue propuesto inicialmente a finales de 1800 por Sigmund Freud como parte de su teoría psicoanalítica. Si bien Freud inició la discusión sobre los mecanismos de defensa, su hija Anna Freud avanzó aún más la idea al proponer 10 importantes mecanismos de defensa en su libro seminal, El ego y los mecanismos de defensa, publicado en 1936. Uno de esos 10 mecanismos de defensa era la formación de reacciones.
Formación de reacciones en las relaciones
ResumenObjetivoLos conglomerados de participantes con una composición psicológica homogénea pueden identificarse mediante sofisticadas técnicas de aprendizaje automático, como el algoritmo de agrupación en dos pasos. También puede ayudarnos a identificar los efectos sinérgicos y aditivos de una serie de variables psicométricas. La identificación del efecto sinérgico de esta agrupación del mecanismo de defensa tiene importantes implicaciones prácticas, ya que comparten una cierta varianza. Este estudio pretende identificar los grupos de defensas del ego y su relación con el rendimiento académico y los resultados de salud mental en estudiantes de medicina.ResultadosLos estudiantes de alto rendimiento puntuaron más alto en los estilos de defensa maduro y neurótico y más bajo en el inmaduro que sus homólogos. Una mayor proporción de estudiantes de medicina del grupo de alto rendimiento tenía puntuaciones normales en síntomas depresivos que los de bajo rendimiento. Mientras que la mayoría de los estudiantes de bajo rendimiento sufrían niveles de ansiedad severos que el grupo de alto rendimiento. Los estudiantes de alto rendimiento obtuvieron puntuaciones más altas en sublimación, humor, anticipación, supresión, pseudoaltruismo, idealización, formación de reacciones, fantasía autista, negación y racionalización.
Ejemplo de mecanismo de defensa para la formación de reacciones
En la teoría psicoanalítica, la formación de reacción (en alemán: Reaktionsbildung) es un mecanismo de defensa en el que las emociones e impulsos que producen ansiedad o se perciben como inaceptables se dominan mediante la exageración de la tendencia directamente opuesta[1][2].
«[l]os instintos y sus derivados pueden organizarse como pares de opuestos: vida frente a muerte, construcción frente a destrucción, acción frente a pasividad, dominio frente a sumisión, etc. Cuando uno de los instintos produce ansiedad ejerciendo presión sobre el ego, ya sea directamente o a través del superego, el ego puede tratar de desviar el impulso ofensivo concentrándose en su opuesto. Por ejemplo, si los sentimientos de odio hacia otra persona producen ansiedad, el ego puede facilitar el flujo de amor para ocultar la hostilidad»[3].
Cuando se produce una formación de reacción, se suele suponer que el impulso original rechazado no se desvanece, sino que persiste, inconsciente, en su forma infantil original[2] Así, cuando se experimenta el amor como formación de reacción contra el odio, no podemos decir que el amor sustituya al odio, porque los sentimientos agresivos originales siguen existiendo bajo el exterior afectuoso que simplemente enmascara el odio para ocultarlo a la conciencia[3].