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Formacion del tubo digestivo



julio 22, 2022

Derivados del intestino anterior

El desarrollo del aparato digestivo en el embrión humano se refiere al epitelio del aparato digestivo y al parénquima de sus derivados, que se originan en el endodermo. El tejido conectivo, los componentes musculares y los componentes peritoneales se originan en el mesodermo. Las diferentes regiones del tubo intestinal, como el esófago, el estómago, el duodeno, etc., están especificadas por un gradiente de ácido retinoico que hace que se expresen factores de transcripción exclusivos de cada región. La diferenciación del intestino y sus derivados depende de las interacciones recíprocas entre el endodermo del intestino y el mesodermo que lo rodea. Los genes Hox del mesodermo son inducidos por una vía de señalización Hedgehog secretada por el endodermo intestinal y regulan la organización craneocaudal del intestino y sus derivados. El sistema intestinal se extiende desde la membrana orofaríngea hasta la membrana cloacal y se divide en intestino anterior, intestino medio e intestino posterior[1].

El diafragma divide la cavidad corporal en cavidad torácica y cavidad abdominal. Se desarrolla a partir de cuatro componentes: el septum transversum (tendón central), las membranas pleuroperitoneales, el mesenterio dorsal del esófago y los componentes musculares de los somitas de los niveles cervicales tres a cinco (C3-5) de la pared corporal. Dado que el septum transversum está situado inicialmente frente a los segmentos cervicales de tres a cinco, y dado que las células musculares del diafragma se originan en los somitas de estos segmentos, el nervio frénico, que inerva el diafragma, también surge de estos segmentos de la médula espinal (C3, 4 y 5). La cavidad torácica está dividida en la cavidad pericárdica y dos cavidades pleurales para los pulmones por las membranas pleuropericárdicas[3].

Formación del sistema digestivo en el pollito

El desarrollo del aparato digestivo en el embrión humano se refiere al epitelio del aparato digestivo y al parénquima de sus derivados, que se originan en el endodermo. El tejido conectivo, los componentes musculares y los componentes peritoneales se originan en el mesodermo. Las diferentes regiones del tubo intestinal, como el esófago, el estómago, el duodeno, etc., están especificadas por un gradiente de ácido retinoico que hace que se expresen factores de transcripción exclusivos de cada región. La diferenciación del intestino y sus derivados depende de las interacciones recíprocas entre el endodermo del intestino y el mesodermo que lo rodea. Los genes Hox del mesodermo son inducidos por una vía de señalización Hedgehog secretada por el endodermo intestinal y regulan la organización craneocaudal del intestino y sus derivados. El sistema intestinal se extiende desde la membrana orofaríngea hasta la membrana cloacal y se divide en intestino anterior, intestino medio e intestino posterior[1].

El diafragma divide la cavidad corporal en cavidad torácica y cavidad abdominal. Se desarrolla a partir de cuatro componentes: el septum transversum (tendón central), las membranas pleuroperitoneales, el mesenterio dorsal del esófago y los componentes musculares de los somitas de los niveles cervicales tres a cinco (C3-5) de la pared corporal. Dado que el septum transversum está situado inicialmente frente a los segmentos cervicales de tres a cinco, y dado que las células musculares del diafragma se originan en los somitas de estos segmentos, el nervio frénico, que inerva el diafragma, también surge de estos segmentos de la médula espinal (C3, 4 y 5). La cavidad torácica está dividida en la cavidad pericárdica y dos cavidades pleurales para los pulmones por las membranas pleuropericárdicas[3].

Tracto gastrointestinal

Figura 18.1 Etapas secuenciales del plegado lateral del cuerpo que conducen a la formación de la pared abdominal, el intestino y sus mesenterios asociados. A. Corte transversal de un embrión antes de la formación de los pliegues laterales del cuerpo. B. Fase avanzada del plegado lateral del cuerpo que muestra la formación del intestino y del conducto vitelino. C. Cierre de la pared corporal y posición de los mesenterios dorsal y ventral. D. Atrofia del mesenterio ventral que lleva a la formación de la cavidad peritoneal.

Si se producen anomalías en los procesos que controlan la formación del intestino anterior y posterior en una fase temprana del desarrollo, éstas tienen consecuencias fatales. Por ello, los estudios sobre los mecanismos moleculares relacionados con estos procesos en ratones transgénicos no aportan información concluyente.

Los factores de transcripción Foxa1 y Foxa2, GATA-4 y GATA-6, que se expresan en el endodermo en una fase temprana del desarrollo, se consideran importantes en el desarrollo temprano del intestino anterior. Las interacciones moleculares entre el endodermo y el mesodermo son requisitos previos para el desarrollo normal del tracto alimentario. El factor de transcripción Sonic Hedgehog, que se expresa en el endodermo del intestino, actúa sobre el mesodermo durante el desarrollo del intestino, induciendo la expresión de Bmp-4 en el mesodermo esplácnico. La expresión de Bmp-4, a su vez, contribuye a la formación del músculo liso del tracto alimentario.

Piezas de tubo de tripa

El aparato digestivo utiliza actividades mecánicas y químicas para descomponer los alimentos en sustancias absorbibles durante su recorrido por el sistema digestivo. El cuadro 1 ofrece un resumen de las funciones básicas de los órganos digestivos.

Visite este sitio para obtener una visión general de la digestión de los alimentos en las diferentes regiones del tubo digestivo. Obsérvese el recorrido de los nutrientes no grasos desde el intestino delgado hasta su liberación como nutrientes en el organismo.

El primero de estos procesos, la ingestión, se refiere a la entrada de los alimentos en el canal alimentario a través de la boca. Allí, los alimentos se mastican y se mezclan con la saliva, que contiene enzimas que comienzan a descomponer los hidratos de carbono de los alimentos, además de una cierta digestión de los lípidos a través de la lipasa lingual. La masticación aumenta la superficie del alimento y permite que se produzca un bolo del tamaño adecuado.

El alimento sale de la boca cuando la lengua y los músculos faríngeos lo impulsan hacia el esófago. Este acto de tragar, el último acto voluntario hasta la defecación, es un ejemplo de propulsión, que se refiere al movimiento de los alimentos a través del tracto digestivo. Incluye tanto el proceso voluntario de la deglución como el proceso involuntario del peristaltismo. El peristaltismo consiste en ondas secuenciales y alternas de contracción y relajación de los músculos lisos de la pared alimentaria, que actúan para impulsar los alimentos (Figura 1). Estas ondas también intervienen en la mezcla de los alimentos con los jugos digestivos. El peristaltismo es tan potente que los alimentos y los líquidos que se tragan entran en el estómago incluso si se está de cabeza.

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