Formacion de la tierra y la luna

Historia de la tierra

Christian Schroeder no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.

Cómo se formó la Luna en la Tierra es una cuestión largamente debatida. La teoría del impacto gigante, según la cual la Luna se formó a partir de una colisión entre la Tierra primitiva y un cuerpo rocoso llamado Theia, se ha convertido en la favorita entre las explicaciones. Sin embargo, los detalles sobre cómo ocurrió son confusos y hay muchas observaciones que los científicos aún se esfuerzan por explicar.

Ahora, un nuevo estudio, publicado en Nature Geoscience, ha arrojado luz sobre lo que realmente ocurrió, resolviendo uno de los mayores misterios que rodean el choque: por qué la Luna acabó siendo casi idéntica a la Tierra, en lugar de Theia, suponiendo que existiera.

Según la teoría del impacto gigante, Theia era un cuerpo del tamaño aproximado de Marte o menor, la mitad del diámetro de la Tierra. Chocó contra la Tierra en desarrollo hace 4.500 millones de años. Esta colisión produjo suficiente calor para crear océanos de magma y expulsó muchos desechos en órbita alrededor de la Tierra, que posteriormente se fusionaron en la Luna.

Cómo se creó la Tierra

La Luna, el objeto más grande y brillante de nuestro cielo nocturno, hace de la Tierra un planeta más habitable al moderar el bamboleo de nuestro planeta natal sobre su eje, lo que da lugar a un clima relativamente estable. También provoca las mareas, creando un ritmo que ha guiado a los humanos durante miles de años.

La Luna gira al mismo ritmo que gira alrededor de la Tierra (lo que se denomina rotación sincrónica), por lo que el mismo hemisferio está orientado hacia la Tierra todo el tiempo. Algunas personas llaman «lado oscuro» al hemisferio que nunca vemos desde la Tierra, pero eso es engañoso. A medida que la Luna orbita alrededor de la Tierra, diferentes partes están a la luz del Sol o en la oscuridad en diferentes momentos. Esta iluminación cambiante es la razón por la que, desde nuestra perspectiva, la Luna atraviesa fases. Durante una «luna llena», el hemisferio de la Luna que podemos ver desde la Tierra está totalmente iluminado por el Sol. Y una «luna nueva» se produce cuando la cara más alejada de la Luna tiene luz solar completa, y la cara que mira hacia nosotros está teniendo su noche.

La Luna realiza una órbita completa alrededor de la Tierra en 27 días terrestres y rota o gira a esa misma velocidad, o en esa misma cantidad de tiempo. Dado que la Tierra también se mueve -rota sobre su eje mientras orbita alrededor del Sol-, desde nuestra perspectiva, la Luna parece orbitarnos cada 29 días.

Planeta Theia

Existen varias teorías sobre cómo se formaron la Tierra y la Luna, la mayoría de las cuales implican un impacto gigante. Van desde un modelo en el que el objeto impactante asesta un golpe de refilón a la Tierra recién formada y luego escapa, hasta otro en el que la colisión es tan enérgica que tanto el impactador como la Tierra se vaporizan.

Esta nueva evaluación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), se basa en la resistencia del campo magnético de la Tierra, que se mantiene gracias a un fluido giratorio y conductor de electricidad en el núcleo externo, conocido como geodinamo.

En palabras del profesor Fausto Cattaneo, astrofísico de la Universidad de Chicago: «Una propiedad peculiar de la dinamo terrestre es que puede mantener un campo magnético fuerte pero no amplificar uno débil.

Formación del sistema solar

La teoría de la captura sugiere que la Luna fue un cuerpo errante (como un asteroide) que se formó en otro lugar del sistema solar y fue capturado por la gravedad de la Tierra al pasar cerca. Por el contrario, la teoría de la acreción sugiere que la Luna se creó junto con la Tierra en el momento de su formación. Por último, según la hipótesis de la fisión, la Tierra había estado girando tan rápido que parte del material se desprendió y comenzó a orbitar alrededor del planeta.

La teoría más aceptada en la actualidad es la del impacto gigante. Propone que la Luna se formó durante una colisión entre la Tierra y otro planeta pequeño, del tamaño de Marte. Los restos de este impacto se acumularon en una órbita alrededor de la Tierra para formar la Luna.

En cierto modo, los meteoritos pueden decirnos más sobre la Luna que las muestras del Apolo, porque los meteoritos proceden de toda la superficie de la Luna», añade Sara, «mientras que las muestras del Apolo proceden de un solo lugar, cerca del ecuador, en la cara cercana de la Luna».

La gente tiende ahora a inclinarse por la idea de que la Tierra primitiva y Theia estaban hechas casi exactamente de los mismos materiales, ya que se encontraban en la misma vecindad cuando se estaba formando el sistema solar», explica Sara.