Maxilares
ResumenEl complejo mandibular de los amniotas es una notable amalgama de derivados de distintos linajes celulares embrionarios. Durante el desarrollo, las células de estos linajes experimentan movimientos concertados, migraciones e interacciones de señalización que las llevan desde sus orígenes hasta sus destinos finales e imprimen a sus derivados aspectos de la forma, incluyendo su orientación axial, identidad anatómica, tamaño y forma. Las perturbaciones en el camino pueden producir defectos y enfermedades, pero también generan la variación necesaria para la evolución y la adaptación de las mandíbulas. Nos centramos en los mecanismos moleculares y celulares que regulan la forma en el complejo mandibular de los amniotas y que permiten la integración estructural y funcional. Se hace especial hincapié en el papel del mesénquima de la cresta neural craneal (NCM) durante el modelado específico de la especie de hueso, cartílago, tendón, músculo y otros tejidos de la mandíbula. También abordamos los efectos de las fuerzas biomecánicas durante el desarrollo de la mandíbula y discutimos las formas en que ciertas respuestas moleculares y celulares añaden plasticidad adaptativa y evolutiva a la morfología de la mandíbula. En general, destacamos cómo la variación en los programas moleculares y celulares puede promover la fenomenal diversidad y morfología funcional lograda durante la evolución de la mandíbula de los amniotas o conducir a la gama de defectos y enfermedades de la mandíbula que afectan a la condición humana.
Cóndilo mandibular
Este modelo de arcilla muestra cómo la preboca de la rana Xenopus comienza como un cuadrado de ocho células de ancho y alto, y se transforma en una columna de dos células de ancho por veinte de alto. Cuando la larva se prepara para empezar a alimentarse, las dos filas de células se abren por el centro para rodear la abertura oral que conecta el sistema digestivo con el exterior. La boca y otros «agujeros programados» deben formarse precisamente en el momento y el lugar correctos, pues de lo contrario formarían heridas catastróficas.
CAMBRIDGE, Mass. – Investigadores del Instituto Whitehead han identificado el conjunto prebucal -una zona de la cara en desarrollo en las ranas embrionarias- que se «desprende» para rodear la abertura de la boca. Su trabajo destaca la precisión necesaria para crear la boca e identifica los mecanismos celulares que impulsan su formación.
El laboratorio de Sive lleva muchos años estudiando la formación de la boca en las ranas Xenopus. Dado que la formación de la boca se produce en una fase temprana del desarrollo embrionario y está muy conservada en todas las especies, los organismos modelo, como las ranas y los peces, proporcionan información fundamental sobre acontecimientos clave del desarrollo que son difíciles de observar y estudiar en los seres humanos.
Ángulo gonial
Estaban dispuestos a desafiar la idea actual de que los condrocitos, o células del cartílago, deben morir antes de que puedan formarse células óseas, e hicieron un descubrimiento fundamental en el proceso. Las células de la médula ósea no son los únicos componentes del hueso en la articulación temporomandibular: también lo son los condrocitos. En lugar de ir a la muerte celular, estos condrocitos se transforman directamente en hueso y contribuyen a formar la parte de la rama de la mandíbula inferior.
Una subvención de 1,85 millones de dólares de los Institutos Nacionales de la Salud – Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial permitirá ahora al equipo de investigación -el Dr. Jerry Feng, decano adjunto de investigación y vicepresidente de ciencias biomédicas; el Dr. Robert Hinton, profesor emérito de Regents en ciencias biomédicas; y el Dr. Yan Jing, profesor adjunto de investigación en ortodoncia- la oportunidad de profundizar en este trabajo. La financiación comienza este mes y continuará hasta finales de 2021.
Durante los próximos cinco años, los investigadores estudiarán cómo las células del cartílago se transforman directamente en células óseas durante el crecimiento y la remodelación del cuerpo, dice Feng. También abordarán el mecanismo molecular subyacente por el que los genes específicos regulan la transformación celular.
Dentario
La osteonecrosis de la mandíbula (ONM) relacionada con medicamentos está causada por agentes antirresortivos (bifosfonatos y denosumab) y antiangiogénicos, y el primer informe de ONM relacionada con denosumab surgió en 2010. Hasta la fecha, aunque se han publicado algunos informes de casos de ONM relacionada con denosumab, los de ONM causada por una sola aplicación del fármaco son escasos. Además, sólo un informe describe las características histopatológicas de esta afección, aunque no de forma completa; sólo se evaluó el secuestro resecado mediante cirugía conservadora. Aunque se recomienda el tratamiento conservador, en los últimos años se ha descrito la eficacia de la cirugía extensiva en las primeras fases de la ONM relacionada con los bifosfonatos. Aquí informamos de las características clínicas e histopatológicas de la ONM relacionada con denosumab causada por la aplicación única del fármaco, que fue tratada mediante cirugía extensa en dos pacientes. El análisis histopatológico reveló una disminución del número de osteoclastos en el hueso viable alrededor del secuestro, y éstos parecían morfológicamente inmaduros, como indica la presencia de muy pocos núcleos. Estos resultados son diferentes de los de la ONM relacionada con los bifosfonatos y pueden ayudar a dilucidar el mecanismo subyacente a la ONM relacionada con el denosumab. Además, la cirugía extensa puede ser eficaz para el tratamiento de esta afección.