Formacion de jabones saponificacion

Experimento de saponificación

Los aceites son compuestos orgánicos que se utilizan como materia prima en muchos productos cosméticos y de aseo. En general, estos compuestos son ésteres de alto peso molecular derivados de ácidos grasos de cadena larga¹. Las «grasas» y los «aceites» son triésteres de ácidos grasos con glicerol y se encuentran de forma natural en las plantas. Pero lo más importante es que los aceites son un ingrediente clave en lo que hacemos: ¡hacer jabón!

Los aceites son un componente extremadamente importante en el proceso de fabricación del jabón, y sin aceite (o ácidos grasos de los aceites) la reacción de saponificación no puede tener lugar. La saponificación es la reacción que se produce al mezclar estos aceites con una base alcalina, que suele ser hidróxido de sodio (NaOH) o hidróxido de potasio (KOH).

Las propiedades de las grasas y los aceites vienen determinadas por los ácidos grasos que los componen. Estos ácidos grasos pueden ser «saturados» o «insaturados» y cada ácido graso (o aceite) tiene diferentes propiedades y beneficios que contribuyen al producto final.

Si es líquido a temperatura ambiente se denomina «Aceite», y si es sólido a temperatura ambiente se denomina «Grasa». Los aceites saturados o ácidos grasos tienden a ser sólidos a temperatura ambiente, como el aceite de coco y el aceite de palma. Estos tipos de aceites contienen ácido láurico, ácido mirístico, ácido palmítico y ácido esteárico. Es probable que hagan una pastilla de jabón limpiador más dura y con más espuma.

Preparación del jabón

La saponificación es un proceso que consiste en la conversión de grasas, aceites o lípidos en jabón y alcohol por la acción de un álcali acuoso (por ejemplo, hidróxido de sodio)[1][2] Los jabones son sales de ácidos grasos, que a su vez son ácidos carboxílicos con largas cadenas de carbono. Un jabón típico es el oleato de sodio.

Los aceites vegetales y las grasas animales son las materias tradicionales que se saponifican. Estos materiales grasos, trímeros llamados triglicéridos, son mezclas derivadas de diversos ácidos grasos. Los triglicéridos pueden convertirse en jabón en un proceso de uno o dos pasos. En el proceso tradicional de un paso, el triglicérido se trata con una base fuerte (por ejemplo, lejía), que escinde el enlace éster, liberando sales de ácidos grasos (jabones) y glicerol. Este proceso es también el principal método industrial para producir glicerol. En algunos casos de fabricación de jabón, el glicerol se deja en el jabón. Si es necesario, el jabón puede precipitarse salándolo con cloruro de sodio.

La grasa de un cadáver se convierte en adipocera, a menudo llamada «cera de tumba». Este proceso es más frecuente cuando la cantidad de tejido graso es elevada y los agentes de descomposición están ausentes o sólo presentes de forma mínima.

Ejemplo de saponificación

La bisabuela Betty no tenía una farmacia en cada esquina, así que solía utilizar ingredientes sencillos para hacer su propio jabón desde cero. Las recetas de antaño suelen utilizar manteca de cerdo o grasa de cerdo. Hoy en día, aunque se puede comprar fácilmente jabón comercial, a mucha gente le gusta comprar jabón hecho a mano porque huele mejor y puede ser más suave para la piel. Puede que incluso quieras probar a hacer jabón tú mismo. Las recetas modernas han evolucionado para incluir materiales que la mayoría de nosotros tenemos en casa. Sin embargo, el proceso no ha cambiado mucho desde hace siglos y es bastante divertido. En primer lugar, veamos cómo se unen los ingredientes de una pastilla de jabón típica para crear el producto. Durante siglos, el proceso no se entendía realmente.

El jabón se fabrica mezclando grasas y aceites con una solución alcalina (es decir, una base mezclada con agua). Las grasas pueden incluir ingredientes como la manteca de cerdo o la mantequilla. Los aceites pueden ser aceites de cocina como el de oliva, cacahuete, maíz o coco. La base puede ser algo como la lejía (hidróxido de sodio), que se puede conseguir fácilmente en las ferreterías. Como el agua y el aceite no se mezclan de forma natural, hay que calentar y remover los ingredientes para que se unan.

Mecanismo de reacción de saponificación

¿Por qué es casi siempre preferible un jabón auténtico, genuino, creado mediante la mezcla de grasas o aceites con una base alcalina, que un jabón de glicerina fundida? Para responder a esta pregunta, primero aprenderemos un poco sobre la saponificación: la larga y elegante palabra utilizada para describir la reacción química principal de la fabricación de jabón. En el camino, disiparemos algunos mitos y malentendidos comunes, y proporcionaremos toda la información que necesitará para tomar sus propias decisiones inteligentes.

Como se ha mencionado anteriormente, la principal reacción química que se produce en la fabricación del jabón real se conoce como «saponificación». Esto viene de la palabra raíz «sapo», que en latín significa «jabón». Así que la saponificación significa literalmente «convertirse en jabón».

La saponificación es una reacción exotérmica (es decir, que desprende calor) que se produce cuando las grasas o aceites (es decir, los ácidos grasos) entran en contacto con la base alcalina de la lejía. Una vez que la lejía y las grasas/aceites se han mezclado y el jabón crudo se ha vertido en el molde, el proceso de saponificación suele tardar entre 24 y 48 horas en completarse.