Formacion de ecuaciones quimicas

100 ejemplos de ecuaciones químicas

La ley de Hess nos permite construir nuevas reacciones químicas y predecir cuáles serán sus entalpías de reacción. Es una herramienta muy útil porque ahora no tenemos que medir los cambios de entalpía de todas las reacciones posibles. Sólo tenemos que medir los cambios de entalpía de ciertas reacciones de referencia y luego utilizar estas reacciones para construir algebraicamente cualquier reacción posible y combinar las entalpías de las reacciones de referencia en consecuencia.

Las reacciones de formación son reacciones químicas que forman un mol de una sustancia a partir de sus elementos constitutivos en sus estados estándar. Por estados estándar entendemos como una molécula diatómica si es así como existe el elemento y la fase adecuada a temperaturas normales (típicamente temperatura ambiente). El producto es un mol de sustancia, lo que puede requerir que los coeficientes en el lado del reactivo sean fraccionarios (un cambio de nuestra insistencia normal en que todos los coeficientes sean números enteros). Por ejemplo, la reacción de formación del metano (CH4) es

A escala molecular, estamos utilizando la mitad de una molécula de oxígeno, lo que puede ser problemático de visualizar. Sin embargo, a nivel molar, implica que estamos reaccionando sólo la mitad de un mol de moléculas de oxígeno, lo que debería ser un concepto fácil de entender para nosotros.

Ecuación de reacción de formación

Las reacciones químicas ocurren absolutamente en todas partes. Aunque a veces asociamos las reacciones químicas con el entorno estéril del tubo de ensayo y el laboratorio, nada más lejos de la realidad. De hecho, el colosal número de transformaciones da lugar a un conjunto vertiginoso y casi incomprensible de nuevas sustancias y cambios energéticos que tienen lugar en nuestro mundo cada segundo de cada día. En la naturaleza, las reacciones químicas pueden estar mucho menos controladas que en el laboratorio, a veces son mucho más desordenadas y, por lo general, ocurren tanto si se quiere como si no. Tanto si se trata de un incendio que arrasa un bosque (Figura 1), como del lento proceso de oxidación del hierro en presencia de oxígeno y agua durante años, o de la delicada forma en que madura la fruta en un árbol, el proceso de convertir un conjunto de sustancias químicas (los reactivos) en otro conjunto de sustancias (los productos) se conoce como reacción química.

Aunque las reacciones químicas se han producido en la Tierra desde el principio de los tiempos, no fue hasta el siglo XVIII cuando los primeros químicos empezaron a comprenderlas. Procesos como la fermentación, en la que los azúcares se transforman químicamente en alcohol, se conocen desde hace siglos; sin embargo, no se comprendía la base química de la reacción. ¿Qué eran estas transformaciones y cómo se controlaban? Estas preguntas sólo pudieron responderse cuando se produjo la transición de la alquimia a la química como ciencia cuantitativa y experimental.

Introducción a las ecuaciones químicas

Una ecuación química es la representación simbólica de una reacción química en forma de símbolos y fórmulas químicas. Las entidades de los reactantes se dan en el lado izquierdo y las entidades de los productos en el lado derecho, con un signo más entre las entidades de los reactantes y las de los productos, y una flecha que apunta hacia los productos para mostrar la dirección de la reacción[1] Las fórmulas químicas pueden ser simbólicas, estructurales (diagramas pictóricos) o entremezcladas. Los coeficientes que aparecen junto a los símbolos y fórmulas de las entidades son los valores absolutos de los números estequiométricos. La primera ecuación química fue diagramada por Jean Beguin en 1615[2].

Una ecuación química (véase un ejemplo más abajo) consta de una lista de reactivos (las sustancias de partida) en el lado izquierdo, un símbolo de flecha y una lista de productos (sustancias formadas en la reacción química) en el lado derecho. Cada sustancia se especifica mediante su fórmula química, precedida opcionalmente por un número denominado coeficiente estequiométrico[a]. El coeficiente especifica cuántas entidades (por ejemplo, moléculas) de esa sustancia participan en la reacción sobre una base molecular. Si no se escribe explícitamente, el coeficiente es igual a 1. Las sustancias múltiples en cualquier lado de la ecuación se separan unas de otras con un signo más.

Cómo equilibrar la ecuación química

de los compuestos interactúan entre sí para formar nuevos compuestos. Los químicos utilizan ecuaciones para describir estas interacciones. Al igual que las ecuaciones matemáticas, las ecuaciones químicas se ajustan a un conjunto de reglas. Esto permite que las ecuaciones proporcionen información detallada sobre una reacción.

Si se escribe correctamente, la ecuación obedece a la ley de conservación de la masa*. Esta ley establece que la masa de los reactivos que entran en una reacción debe ser igual a la masa de los productos. Esto significa que no se puede ganar ni perder nada en el proceso. Una reacción química implica la reordenación de átomos entre moléculas, no la creación o destrucción de átomos.

Para asegurarse de que la ecuación se ajusta a la ley de conservación de la masa, la ecuación debe estar equilibrada. Una ecuación química equilibrada es aquella en la que hay el mismo número de átomos de cada elemento a ambos lados de la ecuación. Este es el significado de los números escritos antes de cada compuesto en la reacción. Sin el número adecuado de reactivos y productos, una ecuación química no es una representación completa de la reacción.