Etapas de formacion en la vida religiosa

Qué es la formación religiosa

Cuando uno siente un impulso interior para considerar la vocación a la Vida Religiosa, hay una serie de pasos en el proceso. Estos pasos son importantes, ya que dan la oportunidad a la persona que se cree llamada de tomarse un tiempo para discernir si la Vida Religiosa es realmente su vocación.

Después de haber expresado el deseo de explorar más la llamada a la vida religiosa, un joven va a permanecer durante un corto período con una comunidad de religiosos profesos. Esta experiencia de «convivencia» les proporciona una muestra de cómo sería la vida si deciden unirse a ella.

Es la primera etapa oficial del proceso de convertirse en religioso. Acompañada por una religiosa profesa, la joven inicia un camino de profundización en su relación con Jesús y en la comprensión del carisma de la congregación. Durante este tiempo vive en la comunidad religiosa y también puede participar en algunos de los ministerios que lleva a cabo la comunidad. Esta primera etapa suele durar un año.

Es un tiempo especial en el que el joven se aparta del mundo para prepararse concretamente a la vida como religioso. Por lo general, esta etapa dura dos años, con un año canónico dedicado exclusivamente a profundizar en la llamada a la vida religiosa sin participar en ningún ministerio. El segundo año suele incluir una experiencia apostólica, en la que el joven tiene la oportunidad de participar activamente en uno de los ministerios de la congregación.

La vida profesada

La formación inicial se refiere al tiempo que una persona está en formación espiritual como candidato, novicio o profeso de votos temporales. La formación espiritual consiste en la oración, la reflexión y el estudio de la teología, las escrituras y los documentos de la Sociedad del Sagrado Corazón. Estos últimos documentos se centran en nuestra historia, tradición y carisma de la Sociedad, así como en documentos más recientes de nuestros Capítulos Generales y Asambleas Provinciales que se centran en cómo vivimos nuestras vidas en el mundo actual.

La candidatura se refiere al periodo de tiempo, normalmente un año, en el que una joven, una candidata, pone a prueba su llamada a ser Religiosa del Sagrado Corazón viviendo en comunidad con nosotras y compartiendo nuestra vida. Es el primer paso para entrar en la Sociedad del Sagrado Corazón.

El noviciado se refiere a un período de dos años que sigue a la candidatura. Durante este período, el novicio entra más profundamente en la vida de la Sociedad mediante la oración, la reflexión y el estudio. También hay un tiempo para trabajar en un ministerio y trabajar entre los necesitados.

Hermanas en formación

Nuestra vocación a la vida religiosa es una invitación personal de gracia a seguir a Cristo según los votos de pobreza, castidad y obediencia. Para responder a esta gracia con integridad y fidelidad contamos con el amor fiel de Dios y la ayuda de nuestra comunidad.

Las mujeres interesadas en nuestra comunidad deben tener al menos 21 años, ser solteras, tener buena salud y ser católicas romanas practicantes. El límite máximo de edad es de 50 años, aunque se pueden hacer excepciones. Las mujeres divorciadas o viudas no pueden tener hijos a su cargo. Las mujeres divorciadas necesitan una anulación para poder profesar los votos con nuestra comunidad.

AspiranteDurante esta visita inicial de 30 días, las mujeres interesadas viven, rezan y trabajan con las Hermanas en comunidad para conocer nuestro estilo de vida. Si se discierne la posibilidad de una vocación con nuestra comunidad, se invita a la aspirante a volver y convertirse en postulante.

La oración, la instrucción y el estudio ayudan a la postulante a crecer en su conocimiento de las verdades de la fe y a adquirir una comprensión más profunda de Cristo y de su misión. Durante este tiempo de transición gradual a la vida religiosa, la postulante se familiariza con la forma de vida y el apostolado de nuestra comunidad. La comunidad también llega a conocer a la postulante y su idoneidad para la vida entre nosotras.

Programa de formación religiosa

La «formación» se refiere al proceso de discernimiento que siguen las mujeres antes de comprometerse de por vida con una comunidad religiosa concreta. Aunque la duración de los pasos varía y está determinada por la tradición de cada comunidad, el proceso de discernimiento de la llamada a la vida religiosa y a una comunidad concreta es similar.

El proceso puede durar una década o más. Algunas etapas tienen requisitos canónicos, lo que significa que están sujetas a la ley de la Iglesia, pero las comunidades tienen cierta discreción sobre la duración del proceso de discernimiento.

Antes de que una mujer entre oficialmente en una comunidad, ella y sus miembros se conocen. Algunas comunidades llaman a esta etapa «candidatura», mientras que otras utilizan ese término para la primera etapa después de la entrada formal.

Cuando una mujer entra formalmente en la comunidad, suele llamarse postulante o candidata. Esta etapa puede durar seis meses o varios años. La candidata/postulante vive en comunidad al menos durante una parte de esta etapa.

Al concluir este tiempo de oración, estudio y vida comunitaria, la novicia profesa los votos temporales, comúnmente llamados primeros votos. Estos son canónicamente vinculantes durante un tiempo determinado, que suele oscilar entre uno y tres años. Durante este tiempo, las hermanas se dedican al ministerio y viven en comunidad. Al final de este periodo, los votos pueden renovarse.